Cuando los conocí, no había oído cometario alguno sobre ellos. Solo tenia como referencia el nombre del grupo y algunas fotografías que había visto ocasionalmente en la red; y como una buena tarde estaba cansado de no oír nada novedoso durante mucho tiempo, puse su nombre en el buscador y baje la primera canción que se me ocurrió, solamente atraído por el nombre Sarosoju no komoriuta, sin imaginar que esa simple curiosidad se trasformaría en admiración a los que hasta la fecha se trasformarían en mi grupo japonés favorito.

Kagrra inicio originalmente como idea de Izumi y Nao, buenos amigos desde la secundaria, que llegaron a Tokio con la intención de formar una banda. Aunque en un principio Nao desconfiaba mucho de si mismo como bajista, siguió a Izumi porque era su mejor amigo y no quería quedarse solo; ambos terminaron viviendo por un año en la parte de arriba de un pequeñísimo restaurante de ramen propiedad de un tío de Izumi. En lo que trabajaban y lograban encontrar miembros para su banda pasaron muchos días difíciles; muchos en los que Nao no sabia que seria de su futuro, y ansiaba volver a casa aunque fuera solo. En año nuevo Nao vuelve a su casa dejando a Izumi, aunque pronto se da cuenta que nada mas nesecitaba volver a ver a su familia para recobrar confianza y regresar a Tokio, encontrándose con que Izumi ya había puesto manos a la obra dejando un anuncio en una tienda de instrumentos musicales, solicitando un guitarrista, ambos se ponen a esperar con impaciencia: finalmente para su buena fortuna, llegan dos hasta su puerta, Akiya y Shin, al igual que Nao e Izumi, llevaban bastante tiempo conociéndose, se entendían y componían, y aunque solo tenían pensado en aceptar a uno de ellos, pronto se dieron cuenta de que no podían separarlos; ambos se complementaban perfectamente, así que los dos se quedaron dentro del grupo; ahora lo único que les faltaba era un voz. La búsqueda no duraría mucho tiempo cuando gracias a otro anuncio, recibieron la visita de Isshi, que en ese momento había entrado a la universidad, pero cuyo deseo de realizar su sueño de cantar era mas grande que el de seguir estudiando.

El grupo ya estaba completo, se habían dado cuenta que isshi poseía una voz particular y que el mundo del visual kei hasta ese momento se encontraba lleno de grupos de rock, punk, trash y metal, ¿que serian ellos entonces? Esta fue la pregunta que rondo por sus mentes por un tiempo. No querían ser iguales a los demás ni musicales ni visualmente; querían ser originales, distintivos y mostrarle algo diferente al público, no solo una imagen agresiva y música desenfrenada, porque simplemente no era su estilo. Ellos buscaban hacer algo con lo que realmente se sintieran cómodos. Así surgió la idea de centrarse en las tradiciones japonesas: las conocían, eran respetuosos de ellas y querían que el público recordara su propia cultura....

A nosotros solo nos queda esperar asta los finales de enero de este año, un tiempo largo para quienes somos sus fans, pero que sin duda valdrá la pena y seguramente los veremos regresar, renovados de energías, con nuevas ideas y con más música hecha para los dioses